La glándula pineal, o epífisis, es un órgano que mide 8 mm, cuya forma se asemeja a un cono de pino (de ahí su nombre) situado justo en el centro geométrico de nuestro encéfalo. Hasta hace poco se la consideraba un residuo procedente de fases anteriores de nuestra evolución. Sin embargo, debido a los numerosos y rigurosos análisis científicos de las últimas décadas, realizados acerca de la Glándula Pineal y a su principal producto la Melatonina, esta no solo ha adquirido respetabilidad sino un máximo interés fisiológico.

Es una glándula fotosensible, es decir, responde a las variaciones de luz que se dan a nuestro alrededor. De esta manera, se activa en la oscuridad para segregar melatonina, la cual nos induce a un estado de calma e introspección

La glándula pineal se ubica fácilmente trazando una línea recta desde el centro de la coronilla hasta la base del cráneo y trazando otra línea recta desde la parte centro del entrecejo sabiendo que es el punto donde se encuentran ambas líneas. Está justo en el centro del cerebro a la altura del entrecejo.

A diferencia de la mayor parte del cerebro de los mamíferos, la glándula pineal no está aislada del cuerpo por el sistema de la barrera hematoencefálica y tiene un flujo de sangre en abundancia, solamente superado por el riñón.

De todos es sabido que la circulación de hormonas por nuestro organismo provoca una serie de emociones y sensaciones concretas. Las sustancias endorfinas segregadas por la glándula pineal nos ayudan a entrar en un estado de conciencia más íntimo provocado por la sensación de tranquilidad que aporta la melatonina.

Esta segregación de endorfinas permite disminuir y relajar los sentidos, lo que se refleja en el cuerpo mediante una reducción del glucógeno en la sangre, induciéndonos al sueño y llevándonos a un estado de duermevela. Al ser éste un estado en el que la actividad cerebral está bajo mínimos, reduce las interferencias del mundo externo y la concentración sobre uno mismo es superior. Esto, a nivel práctico, nos permite distanciarnos de los problemas y observarlos con una nueva perspectiva, por lo que la mayoría de nosotros lo aprovechamos para reflexionar y repasar los acontecimientos cotidianos, encontrando a veces respuestas y soluciones que sin esa calma y concentración nos resultarían difíciles de intuir.

Entre sus principales funciones están:

  • Producción de Melatonina
  • Regula el ritmo circadiano y los ciclos de vigilia y sueño
  • Retrasa procesos neurogenenerativos
  • Coordina el funcionamiento del sistema nervioso
  • Regula el funcionamiento del sistema endocrino

Es producida durante la noche, siempre que no haya exposición a la luz, el cuerpo la produce de manera natural, llegando su máxima producción a la edad de 7 años, a partir de la cual empieza a decrecer hasta convertirse en un fino hilo en el corriente sanguíneo en las personas de tercera edad.

Funciones de la Melatonina:

  • Potencia el sistema inmunológico,
  • Es un poderoso antioxidante, combate los radicales libres
  • Es un regenerador celular
  • Regula el sueño
  • Inhibe el crecimiento de células cancerigenas

Más allá de su capacidad fotosensible, los últimos estudios científicos insisten en que la glándula pineal es también un magnetorreceptor, es decir, resulta sensible a los campos magnéticos y transforma sus ondas en estímulos neuroquímicos.

El profesor José Luis Bardasano, de la Universidad de Alcalá de Henares, en su ponencia “Electromagnetismo, glándula pineal y salud pública” nos dice que la luz es el temporizador o sincronizador principal de los ciclos vitales, mientras que los campos electromagnéticos constituyen el sincronizador adicional. Los estudios realizados han llevado a concluir que las alteraciones electromagnéticas, al igual que lo hace la luz, interrumpen el proceso de secreción de melatonina. Una exposición continuada y la consiguiente reducción de actividad en la glándula pineal provoca casos habituales de fatiga, estrés, trastornos del humor, trastornos del sueño, rendimiento profesional disminuido, depresión e incluso riesgos de padecer cánceres.

Según Bardasano, no sólo hemos de tener cuidado con las alteraciones provocadas por los campos electromagnéticos artificiales (antenas, telefonía, radares, etc.), sino también con las variaciones de los campos magnéticos naturales, como pueden ser las provocadas por fuertes tormentas solares. Así, la glándula pineal sería receptiva no sólo a las ondas emanadas del campo geomagnético, sino a otras tan importantes como la resonancia Schumman, las micropulsaciones de origen cósmico y cualquier campo ELF o de baja frecuencia en general.

Rick Strassman, académico e investigador de la Universidad de Nuevo México y protagonista en estudios de los efectos de la DMT en humanos entre 1990 y 1995, relaciona la glándula pineal con el sexto chakra o Ajna (tercer ojo) del que habla la tradición védica, la ventana de Brahma que se nombra en el hinduismo, el Ojo Celestial del cual hablaban los antiguos chinos, el Palacio Niwan que los taoístas conocen o el «asiento del alma» que Descartes exponía.

Se ha comprobado que la DMT es un potente alucinógeno. ​ La DMT forma parte de la familia de las triptaminas, que se encuentra en diversas plantas alucinógenas empleadas por tribus indígenas y culturas amerindias amazónicas para su posterior consumo y con el objetivo de experimentar viajes astrales y/o psicodélicos, curaciones, métodos adivinatorios y contacto con entidades de otros planos dimensionales.

El Doctor en psiquiatría clínica Rick Srassman, que llevó a cabo una investigación sobre la dimetiltriptamina (DMT) psicodélica en 1990 en la Universidad de Nuevo México, ha especulado que la glándula pineal juega un papel en la producción de DMT en el cerebro humano. Strassman también ha especulado con la polémica hipótesis de que se produce una liberación de DMT en la glándula pineal durante el sueño Rem, tanto cuando estamos durmiendo, Desde un punto de vista espiritual, las doctrinas esotéricas de Oriente se refieren desde hace milenios a la glándula pineal como un tercer ojo capaz de hacer consciente la realidad espiritual del ser humano, el punto de unión entre el mundo físico y las dimensiones superiores del universo. Precisamente por esa situación de introspección que nos proporcionan los estados de duermevela o semivigilia a los que hacíamos referencia, éstos se hacen altamente apropiados para conectarnos con el mundo inconsciente, ya sean nuestros propios recuerdos, la memoria colectiva y otras posibilidades más que sólo el entrenamiento nos permitiría descubrir.

En su libro, DMT: La Molécula del Espíritu, Strassman también afirma que la glándula pineal humana no es realmente parte del cerebro. Asegura que la glándula se desarrolla a partir de tejidos especializados ubicados en el techo de la boca del feto, desde donde migra hasta el centro del cerebro a medida que se va desarrollando. La glándula pineal está, como tal, altamente protegida por el cerebro de cualquier daño relacionado con el estrés.

Además, en La Molécula del Espíritu, Strassman teoriza sobre cómo la pineal es el único órgano profundo desparejado en el cerebro. Se hace visible en el feto en desarrollo a los cuarenta y nueve días después de la concepción. Éste es también el momento en el que se puede ver claramente un indicio de si es género masculino o femenino. La hipótesis más general de Strassman es que la glándula pineal produce cantidades de DMT en momentos de importancia neurológicos, tales como cuando la consciencia (hipotéticamente) entra al cuerpo, durante el nacimiento, la meditación profunda, la psicosis y las experiencias cercanas a la muerte.

Un poco más delante de la GP, casi en el entrecejo, está ubicada la glándula pituitaria o cuerpo pituitario, que tiene un tamaño muy similar al de la pineal. A diferencia de la Pineal, la Pituitaria tiene una cierta estrangulación en el centro, por eso dentro de muchos textos iniciáticos la grafican con un símbolo de un ocho o del infinito.

Cuando se activa la glándula pineal se generan como verdaderos arcos eléctricos que salen desde la pineal y conectan con la pituitaria formando una red, un campo de acceso a una información de frecuencia más elevada, y proyectan un Triángulo Luminoso, por eso a la glándula pineal se le conoce con  el símbolo del triángulo lumínico con un ojo en el centro, el ojo de Dios, el ojo que todo lo ve.

Este símbolo ha estado presente desde el principio en distintas culturas, se conoce en Egipto como el ojo de Horus, en la India como el tercer ojo, está dentro del arte polinésico, se conoce en la Masonería como la visión del cíclope, es un símbolo que ha estado presente desde el principio, desde el origen en diversas culturas, pero ¿qué es este símbolo?, ese símbolo es un programa que permite el acceso a una información de frecuencia más elevada.

A éste símbolo al que nosotros siempre le podemos dar una connotación mística, esotérica, de movimientos medios ocultos, no solamente ha sido usado ahí, la economía más grande del planeta, los Estados Unidos de América, usa este símbolo en el billete de un Dólar.

Mediante la disciplina y la práctica continua, la activación de la glándula pineal se convierte en el camino para acceder a experiencias que nos hacen darle otro sentido a la vida y darnos cuenta de que no todo se mueve bajo las reglas de lo material y lo lógico, sino que hay otros mundos tan reales o más que el que alimentamos continuamente.

Activar la glándula pineal reportara enormes beneficios abriéndonos a nuevas posibilidades. Como la conexión con nuestra esencia divina y energía universal. Permite poder acabar con el estrés diario, sanar física y emocionalmente, obtener cierta serenidad para ver las cosas desde una perspectiva más positiva, todo lo cual nos lleva a establecer con los demás relaciones más armónicas y sensibles que mejoran sobremanera nuestra calidad de vida. De cada cual depende el uso que le quiera dar y hasta dónde quiera llegar en el intento.

Aprendemos a crear con amor mientras encontramos el camino a casa. La activación viene acompañada de una sensación de comunión con el universo.